Sistemas defensivos

Destaca el carácter defensivo y control del territorio que posee este poblado, al encontrarse emplazado en un cerro en el estrechamiento que el río Esla sufre a su paso por la zona. 

 

Esta ubicación estratégica, unida a lo escarpado de sus pendientes en los sectores Norte y Sur, así como el imponente farallón rocoso que se localiza al Este, le dota de un gran carácter defensivo.

La zona más accesible se encontraría en el lado Oeste, donde se sitúan los elementos defensivos más importantes. Es el lugar donde se sitúa el principal acceso.

 

Se identificó la muralla perimetral, que cierra la totalidad del poblado, a excepción del sector Este, donde se encuentra el farallón rocoso. Está constituida por bloques de cuarcitas trabajadas, de gran tamaño.

 

La segunda línea de muralla se extiende paralela a la primera, desde el acceso Norte, en dirección hacia la zona donde la muralla principal se une al farallón rocoso en el Sur. 

Se llevaron a cabo sondeos en el lienzo Norte y Oeste, con el objetivo de conocer el momento edificación de esta muralla. 

En cuanto a la cronología de esta construcción, pertenece a un momento posromano, que la fecharían en el siglo V.

 

La construcción de este tipo de murallas representa la movilización de una importante mano de obra para la construcción de una estructura de grandes dimensiones, que en El Castillón presenta una anchura máxima de unos 5 m y una altura máxima conservada que alcanzaría casi los 8 m.