El detector de metales NO es Arqueología

El expoliar se va a acabar. Ana Yañez Vega
El expoliar se va a acabar. Ana Yañez Vega

Un vez se ha tratado el tema de la protección del Patrimonio Histórico hay que hablar de cómo se consigue de forma ilícita acceder a numerosos hallazgos en yacimientos que por una razón u otra no están lo suficientemente protegidos y que facilitan el “trabajo” a estos aficionados a la caza de tesoros y que tanto daño hacen a nuestro Patrimonio.

Legislación española sobre detectores de metales

La normativa que prevalece en relación al uso y utilización de los detectores de metales es la legislación autonómica de cada Comunidad Autónoma frente a la que afecta a todo el territorio nacional ya que la legislación no es muy clara y se aplican normas relativas a la arqueología y medio ambiental. Esta última afirma que pertenecen a la Administración competente lo hallazgos de objetos con valor histórico encontrados de manera fortuita. En este caso la persona que lo encuentra tiene derecho a percibir el 50% del valor de lo encontrado y en caso de que el descubrimiento haya sido en una finca privada, tendrá que repartir la mitad con el dueño del terreno, siempre y cuando te haya dado permiso para buscar. Si no te lo ha dado, no percibirías nada. Si eres arqueólogo o geólogo y pides una autorización, tendrías que correr con todos los gastos y ceder al Estado el total de lo hallado sin percibir dinero a cambio.

Común para todo el territorio español es:                                                                            

a) Prohibido las prospecciones arqueológicas y minerales sin permiso de las autoridades pertinentes.

b) Prohibido entrar en fincas cercadas, ni si quiera entrar por posibles puertas abiertas.

c) Prohibido en zonas arqueológicas, reservas naturales, zonas de patrimonio histórico, bienes.

 de interés cultural.

 

Existe una directiva europea. La directiva 921 de 1981 en la que se recomienda a los gobiernos de cada estado a llevar un registro de los usuarios de detectores de metales y crear un sistema de licencias.

 

La Convención de Malta de 1992, acordó que para preservar el patrimonio arqueológico y garantizar el carácter científico de las actividades de investigación arqueológica, que cada país se comprometa a "Someter a autorización previa específica en los casos previstos por la legislación interna de cada Estado, el empleo de detectores de metales y de otros equipos de detección".

 

La Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español hace referencia al término expolio, como toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción de los bienes que integran el patrimonio histórico español. Sin embargo, en el artículo 76 no tipifica el uso de detectores de metales como infracciones administrativas.

 

En los artículos 41.1 y 41.2 LPHE se trata de someter a previa autorización las prospecciones y excavaciones, lo cual se deduce de las definiciones que da el legislador de ambas técnicas. Se deduce que esta ley no es aplicable a los detectoristas, porque su fin no es la investigación. (artículo 76.1.f LPHE, en relación al 42.3 LPHE). Lo que si se puede suponer es que remover la tierra posteriormente a un hallazgo casual, a las que se refiere el artículo 42.3 LPHE, podrían entrar en este género de actos ilícitos, pero para ello debería admitirse que con un detector de metales se producen hallazgos casuales, lo que resulta bastante poco creíble.

 

El artículo 323 del Código Penal recoge un delito de daños a yacimientos arqueológicos, entre otro tipo de bienes. Para el código penal, puede ser un agravante en delitos como hurto, robo, apropiación indebida o estafa cuando afecten a cosas con valor histórico, artístico o cultural. Lo que puede no tener mucho sentido es emprender acciones legales contra un detectoristas ya que es necesario que la afección sea de gravedad. Tampoco realizar hoyos en el suelo se puede considerar como excavaciones arqueológicas, siempre y cuando no encuentren el detector en poder del detectorista.

 

Según la Ley de Patrimonio Arquelógico cualquier objeto susceptible de tener más de 200 años, tendrá que ser comunicado el hallazgo a las autoridades de la zona para que lo custodien.

 

La única provincia española donde está prohibido el uso de detectores seria Andalucía en cualquier parte del campo, en cambio para las playas seria totalmente legal buscar pidiendo un el correspondiente permiso. 

 

Para las playas de la comunidad valenciana encontramos un listado de playas donde estaría prohibida la practica con detectores de metales por su riqueza arqueológica. Las playas que no salen en la lista son de libre uso con detectores de metales.

 

El Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra recuerda la prohibición existente en Navarra de usar detectores de metales para fines arqueológicos. El Departamento de Cultura se ha creado un espacio web en el que poder realizar consultas sobre este tipo de instrumentos y notificar posibles hallazgos arqueológicos.

 

Así, el empleo de detectores para fines arqueológicos sin autorización constituye una infracción de carácter grave, para la que están previstas sanciones de hasta 150.000 euros y el decomiso de los utensilios utilizados. Además, causar daños en bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, o en yacimientos arqueológicos, terrestres o subacuáticos, está castigado en el Código Penal con penas de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses

 

En caso de localizar, sin intención, “objetos arqueológicos durante una prospección”, recuerdan desde Patrimonio Histórico, “se debe paralizar la actividad y dar parte del hallazgo a la Sección, adjuntando en el correo electrónico imágenes de los objetos para que los técnicos indiquen cuáles deben entregarse por tener interés histórico”.

 

Por último, señalan que el descubrimiento de restos arqueológicos mediante detector de metales “no tiene la condición legal de hallazgo casual, por lo que no da lugar a la concesión del premio por descubrimiento previsto en la ley”. 

Ni los detectoristas son arqueólogos ni usar el detector es un descubrimiento arqueológico

El equipo de Zamora Protohistórica, está formado por científicos y científicas sociales de las ramas de Arqueología, Historia, Geografía y Humanidades, también trabajamos con profesionales de Geografía, Geología, Palinología e incluso Topografía, sin contar con que la Arqueologia del siglo XXI se ha tecnificado y digitalizado tanto en el campo de la investigación, como en el de la difusión y divulgación.

 

Estos conocimientos no nos convierten en mejores personas, ni en eruditos intocables, somos simplemente los profesionales conocedores del patrimonio, responsables de transmitirlo a las generaciones futuras en las mejores condiciones.

 

Un descubrimiento arqueológico no es casual o no lo es en la mayor parte de los casos, lleva un trabajo de investigación largo, complicado y tenemos que decir que aunque muy bien aceptado por la Sociedad, es en general algo precario. Tenemos que recordar que la Arqueología es una profesión no un Hobby, los arqueólogos y arqueólogas no somos aficionados a la historia, ni le dedicamos nuestro tiempo libre, es nuestra profesión.

 

La arqueología no solo se basa en descubrir monedas y objetos, sino también en saber qué comían nuestros antepasados, cómo vivían, cómo eran sus vestimentas, cómo se organizaban socialmente... reconstruir el pasado de nuestros ancestros no es solo desenterrar vasijas y monedas, cada estrato tiene información sobre microfauna, sobre fibras textiles, polen, carbones, fragmentos cerámicos o madera que si se descontextualizan ya no son útiles. El detectorismo no daña por lo que se lleva, sino daña por lo que deja descontextualizado, la tierra nos habla y si le hacemos agujeros la dejamos muda.

 

Invitamos a todos y todas a reflexionar sobre estos hechos dejemos que los profesionales se encarguen de lo que conocen, para lo que se han formado, todo lo demás ni es arqueología, ni es un descubrimiento.  

 

Sigamos a divulgadores con rigor y no demos crédito a lo que no es ciencia.