Cerámica

La cerámica aporta, de forma indiscutible, la mayor cantidad de materiales arqueológicos recuperados en este yacimiento. Dentro del conjunto de producciones documentadas se han podido diferenciar una gran variedad de formas y servicios, que permiten reconocer la evolución en cuanto a la funcionalidad de cada espacio donde se ha intervenido, así como las cronologías a la que remiten.

 

La mayor parte de estas producciones corresponden al siglo V y VI d.C., determinando las diferentes características para cada periodo.

Cerámicas estampilladas y TSTH

El conjunto compuesto por la vajilla, cerámica fina o de lujo, cuya función esencial es la presentación de los alimentos una vez finalizados y listos para su consumo, presenta una amplia gama tipológica. 

Dentro de este conjunto sobresalen dos producciones, las cerámicas estampilladas grises (DSP) y la TSHT (Terra Sigillata Hispanica Tardía). 

 

Referente al grupo de las cerámicas estampilladas grises, se ha recuperado un conjunto muy numeroso y significativo. Ente el que nos encontramos con cuencos y copas, como los que se encuentran expuestos en el Museo de Zamora.

 

Este tipo de producciones sobresalen por su decoración, mediante motivos estampillados, como círculos, cenefas, cruces, etc. Presentando en ocasiones una decoración de una amplia superficie de la pieza.

 

Entre estas decoraciones destacan dos ejemplos, realizados sobre copas, en las cuales se muestran motivos cruciformes, enmarcados entre cenefas y círculos concéntricos. Un ejemplar semejante se ha localizado en la Quinta de Crestelos (Mogadouro, Portugal).

 

El tratamiento de estas piezas presenta superficies bruñidas y pulidas.

 

Uno de los conjuntos más característicos de este periodo, son las denominadas TSHT (Terra Sigillata Hispanica Tardía). Muy abundante en este yacimiento, de la cual nos encontramos una gran variedad de elementos, como cuencos, platos, bandejas, etc.

 

Con un tratamiento de barniz o engobe de colores rojizos y anaranjados, contando con pastas de buena calidad. 

 

Algunos de estos ejemplares están decorados mediante motivos estampillados.

 

Cerámica de cocina

Se trata del grupo más numeroso, compuesto de los recipientes diseñados para la elaboración de alimentos, principalmente ollas y cuencos. Predominando las ollas globulares. En general se trata de piezas de buena calidad, elaboradas a torno rápido, con pastas resistentes. Algunas muestran evidencias de impregnación de humos y restos de hollín, que indica su exposición al fuego. 

 

La decoración de este tipo de piezas es muy sobria, consistiendo en líneas incisas, realizadas con un punzón, que representan ondas, zig – zags y puntillados. 

 

Cerámicas de almacenamiento

Entre la cerámica de almacenamiento se encuentran grandes contenedores, destinados a almacenar diferentes materias primas o productos elaborados. Entre los que se encuentra dolía de gran tamaño, pero también otros elementos de menor tamaño (ollas, cuencos, orzas), en los cuales se han recuperado una gran cantidad de semillas allí almacenadas. 

 

Cerámicas con funcionalidad determinada

Dentro de este grupo vamos a centrarnos en dos elementos significativos.

 

Destacando una lucerna o elemento de iluminación. De forma circular, destinado a la iluminación de las diferentes viviendas.

 

Otro elemento singular se corresponde con una quesera, que presenta varios orificios de pequeño tamaño. Destinada a la elaboración de determinados productos lácteos, como el queso.