Agricultura

Se han hallado evidencias de agricultura en una de las viviendas del asentamiento, en la que se han documentado depósitos de semillas en graneros, así como en el interior de las cerámicas de almacenamiento que se encontraron in situ.

 

El incendio ocurrido en una de las habitaciones, durante el siglo VI d.C., ha permitido la carbonización y, por tanto, la conservación de las semillas de cereales en unas óptimas condiciones para su estudio.

 

Los análisis que se están realizando sobre estos restos ofrecen información sobre esta actividad y aportan datos sobre su papel en la alimentación y en la subsistencia de los habitantes del yacimiento.

 

Se han identificado cereales entre los que destacan los trigos desnudos (Triticum aestivum-durum) que incluyen el trigo harinero y el duro, la cebada (Hordeum vulgare), el centeno (Secale cereale) y la avena (Avena sativa).

 

Se ha realizado una datación de C14 de las semillas de trigo, con un resultado que la situaría entre los años 435 al 490 d.C.

 

Relacionado con esta actividad agrícola se han documentado herramientas y útiles de hierro, destacando la presencia de una hoja de hoz, así como una pequeña podadora (Falx arboraria) empleada probablemente en labores de poda y limpieza de frutales.

 

Los molinos circulares son uno de los elementos más numerosos y significativos que se han podido localizar, vinculados a las labores de molienda de los diversos cereales almacenados.

 

También se constata la presencia de varios hornos domésticos, en funcionamiento el siglo VI d.C., destinados al procesado de alimentos, dadas sus características morfológicas.

 

La presencia abundante de cerámicas indica una importante y amplia variedad de productos almacenados en las diferentes viviendas de este poblado, contando con grandes contenedores, pero también diferentes ollas, cuencos y orzas de diferentes tamaños, destinadas a actividades culinarias.

 

La agricultura es, sin duda, la base de la economía de este poblado. El almacenamiento de cereales se pone en relación con la reserva de alimento para el consumo y con la gestión de semillas para la siembra, sin olvidar que es posible que también respondiera retribuciones en especie.

 

 

En poblados coetáneos, cercanos al de El Castillón, como es el caso del Cristo de San Esteban (Muelas del Pan), también se han localizado acumulaciones de cereales. 

 

Asociadas a esta actividad agrícola fueron descubiertas dos pizarras numerales, en las naves laterales del edificio religioso. Se trata de dos ejemplares fragmentados, de pequeñas dimensiones. Presentan varias líneas de escritura, en las cuales se encuentran representados motivos incisos, principalmente líneas verticales de un solo trazo, así como algún motivo en “V”. 

 

Estos elementos podrían tener una vinculación con actividades de contabilidad y almacenamiento de diferentes productos. En el caso de El Castillón podrían asociarse con los depósitos de semillas, fauna u otros materiales. 

 

Carpología

Leonor Peña Chocarro (CSIC) y Elena López-Romero González de la Aleja (CSIC).